Seguramente, si preguntamos a personas de diferentes países cómo son sus colmenas, encontraríamos respuestas muy diversas. Y es que el hogar de las abejas puede presentar formas muy variadas, dependiendo de los recursos naturales que tienen alrededor, el clima, etc. Hoy en el blog de El Colmenar de Valderromero hacemos un repaso por algunas de las formas de las colmenas que podemos encontrar a lo largo y ancho del planeta.
Conociendo las diversas formas de las colmenas
Las colmenas han sido durante millones de años el hogar de las abejas. Éstas, han ido adaptándose a las circunstancias que les rodeaban para crear lugares donde poder procrear tranquilamente y de forma segura.
Así, las colmenas han evolucionado de manera natural, por lo que podemos encontrar diferentes disposiciones de colmenas según donde se ubiquen.
Colmenas aprovechando la naturaleza
Las primeras abejas que construyeron sus colmenas, lo hicieron aprovechando huecos naturales. Es decir, troncos huecos, espacios en las rocas, etc.
Son las denominadas colmenas rústicas, que crean las propias abejas sin necesidad de ayuda humana.
Colmenas artificiales
Con el tiempo, las personas se dieron cuenta de las construcciones de las abejas. Para ayudarlas en su tarea, buscaron cómo sacarles partido, adaptándoles sitios especiales para que edificasen sus colmenas.
Así nacieron las que podríamos denominar como colmenas artificiales, no por los materiales utilizados, sino porque se crean expresamente para albergar las colmenas de las abejas.
Tipos de colmenas según su disposición
Hoy en día, las formas de las colmenas se repiten por todo el mundo. Hay algunos modelos que se han adoptado como clásicos, si bien pueden existir variedades regionales adaptadas a sus circunstancias.
Por un lado, están las colmenas de paneles fijos, que las abejas moldean según sus preferencias.
Por otro lado, tenemos las colmenas de panales móviles. Éstos pueden extraerse y son muy cómodas de manipular, ya que se puede tratar cada «bandeja» por separado.
Otro de los tipos de colmenas más vistos son las horizontales, con una capacidad limitada y no ampliable.
Finalmente, están las colmenas verticales, que sí pueden ampliarse si fuese necesario.
A éstas podríamos añadir las colmenas inteligentes, totalmente automatizadas y que cuentan con inteligencia artificial y robótica.
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