Con la llegada del frío es habitual la aparición de catarros, congestión nasal, dolor de garganta y tos. Estos molestos síntomas pueden aliviarse mediante remedios naturales que llevan siglos entre nosotros. Hoy en El Colmenar de Valderromero hablamos sobre los jarabes caseros con miel, una gran opción para el invierno.
Jarabes caseros con miel
La miel se utiliza desde tiempos inmemoriales como un remedio casero para múltiples dolencias y afecciones. Esto se debe a que a la miel se le atribuyen numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
Por un lado, destacan sus propiedades antibióticas, antimicrobianas, antiinflamatorias, emolientes y antioxidantes.
A todos estos beneficios hay que sumar los que aportan las flores de las que procede la miel y los otros ingredientes de cada jarabe.
Por otro lado, el dulzor de la miel permite suavizar y camuflar sabores más intensos de ingredientes comúnmente utilizados en este tipo de remedios.
Gracias a todo ello, uno de los usos más habituales ha sido prevenir y curar problemas respiratorios.
Los jarabes caseros más populares
Existen millones de recetas de jarabes caseros con miel.
Uno de los más populares se compone básicamente de una mezcla de limón y miel. Además de ser un potente antioxidante, el limón se considera antibacteriano, que también refuerza los sistemas inmunológicos y nerviosos.
La mezcla de miel y limón reduce drásticamente la acidez de la fruta, consiguiendo un sabor agradable.
Otro gran ingrediente para estos jarabes es el jengibre, al que también se le atribuyen notables beneficios para la salud. Entre ellos destacan su poder antioxidante, antiinflamatorio y antibacteriano.
Por eso, el jengibre se combina con frecuencia con la miel y el limón para preparar excelentes remedios para la tos y el dolor de garganta.
Cuando la tos viene acompañada de flema, es interesantes incorporar ingredientes expectorantes. Un buen ejemplo son las semillas de anís, que se preparan en infusión y se retiran antes de incorporar el resto de elementos. También la canela ayuda a liberar las mucosidades.
También la zanahoria es ideal para calmar la tos, además de aportar una buena dosis de vitamina C. Mezclado con miel, el jugo de zanahoria es otro de esos remedios caseros de toda la vida.
Por último, entre los jarabes con miel caseros más populares están los que emplean cebolla. Sus propiedades mucolíticas, antiinflamatorias, expectorantes, antitusivas y antibióticas ayudan a aliviar los procesos catarrales.
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Para elaborar estos jarabes caseros, lo ideal es contar con las mejores materias primas.
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