Plataforma de la miel en Europa - El Colmenar de Valderromero

El pasado 13 de junio, coincidiendo con la entrada en vigor de las nuevas normas revisadas de la UE sobre la miel, la Comisión Europea lanzó la convocatoria para crear la Plataforma de la Miel. Esta iniciativa tiene como objetivo principal luchar contra la adulteración de la miel y mejorar la trazabilidad del producto dentro del mercado único europeo. Hablamos sobre ello en El Colmenar de Valderromero.

Plataforma de la miel en Europa

La Plataforma de la Miel estará compuesta por hasta 90 miembros. Entre ellos, se encuentran representantes de asociaciones de apicultores, industrias alimentarias, organismos de investigación y autoridades nacionales.

Una de las misiones principales de los expertos será recopilar datos sobre mejorar la detección de la adulteración de la miel. Por otro lado, proporcionarán recomendaciones para la trazabilidad de la miel en la Unión Europea.

Al mismo tiempo, asesorarán a la Comisión Europea sobre los criterios de composición de la miel. También estudiarán la posibilidad de establecer un sistema de referencia de laboratorio de la UE para la miel.

Aunque no hay nada todavía determinado, se espera que la Plataforma de la Miel celebre su primera reunión en noviembre de 2024 y que se reúna al menos dos veces al año.

Así, la iniciativa tendrá una duración inicial de cinco años, con la posibilidad de ser prorrogada en función de sus resultados.

La creación de la Plataforma de la Miel es una buena noticia para los consumidores, ya que ayudará a garantizar la calidad y autenticidad de la miel que compran. Además, la iniciativa también será beneficiosa para los apicultores, ya que les ayudará a proteger su producto de la competencia desleal.

La Unión Europea es el segundo mayor productor de miel del mundo, con una producción anual de alrededor de 1,5 millones de toneladas. El consumo de miel en la UE también es alto, con un promedio de 2,5 kg por persona al año.

Con la creación de la Plataforma de la Miel, la Comisión Europea da un paso importante para proteger la miel y garantizar que los consumidores europeos puedan disfrutar de un producto de calidad.