En España somos amantes de la repostería tradicional y casera. Por eso, las recetas que evocan a la infancia regresan siempre con fuerza. Hoy en El Colmenar de Valderromero traemos una deliciosa receta de rosquillas de miel. Muy fácil de preparar y con un sabor irresistible.
Receta de rosquillas de miel caseras
Para preparar en casa las rosquillas de miel, necesitaremos:
- 230 g de miel de La Alcarria de El Colmenar de Valderromero
- 370 g de harina de trigo (normal, de todo uso)
- 3 huevos L (2 enteros y la yema del tercero)
- 40 g de azúcar
- 50 ml de leche entera
- 60 g de manteca de cerdo
- 1 cucharadita de levadura química (la de postres, no la panadera)
- 1 limón (su ralladura)
- aceite de girasol o aceite suave para freír
- anís (la bebida)
- 180 ml de agua
Paso a paso de la receta
Antes de comenzar con la masa de las rosquillas de miel, prepararemos el almíbar.
Para ello, pondremos en un cazo los 180 ml de agua, junto a 180 gramos de miel y llevaremos a hervir hasta que el almíbar tome la consistencia deseada. Podemos añadir un chorrito pequeño de anís, para que le dé un toque especial al almíbar. Cuando esté listo, retiraremos del fuego y lo dejaremos enfriar para usarlo luego.
Mientras tanto, preparamos la masa de rosquillas. Podemos hacerlo a mano o con una amasadora o procesador.
La masa es muy fácil de hacer: basta con mezclar la harina, con los 50 gramos de miel restantes, los dos huevos enteros y la otra yema, el azúcar, la ralladura de limón, la leche, la manteca y la levadura. Podemos añadir, si queremos, una cucharadita de anís.
Tras mezclar muy bien los ingredientes, verteremos la masa en un recipiente amplio y lo cubriremos con un trapo limpio que no deje pelusa o con film transparente.
A continuación, lo llevaremos a la nevera durante 45 minutos, para que la levadura haga su efecto y la masa crezca.
Transcurrido el reposo, sacaremos la masa de la nevera y formaremos las rosquillas del tamaño deseado. Mientras, calentaremos abundante aceite suave.
Para freírlas, el aceite deberá estar entre 165 y 170ºC. Finalmente, tras freírlas y dorarlas al gusto, las sacaremos a un papel absorbente, para retirar el exceso de grasa.
Cuando estén todas listas, las pasaremos por el almíbar y las serviremos. También podemos alternar rosquillas con almíbar y otras con azúcar glass. ¡A disfrutar!
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