Mitos sobre la miel

La miel y sus beneficios llevan acompañándonos durante siglos. Sin embargo, durante todo este tiempo también son muchos los mitos sobre la miel que se han extendido.

Por eso, hoy en el blog de El Colmenar de Valderromero desmentimos algunos de los principales mitos sobre la miel que existen todavía en nuestra sociedad.

Desmintiendo grandes mitos sobre la miel

Caducidad de la miel

Uno de los mitos que rodean a la miel es que caduca. Sin embargo, bien conservada, la miel es capaz de aguantar miles de años en perfectas condiciones.

Pero para ello, es importante almacenarla en un lugar alejado de fuentes de luz y de calor, preferiblemente a temperatura ambiente y en un recipiente limpio y bien cerrado.

Cristalización de la miel

Hay mucha gente que piensa que la miel cristalizada está mala o es de mala calidad.

En cambio, su cristalización puede deberse a factores como la temperatura de almacenamiento o el porcentaje de agua de la misma. A mayor proporción de agua o menor temperatura, mayores posibilidades de que se cristalice.

Si se prefiere tomar la miel en estado líquido, basta con calentarla levemente al baño María para que se vuelva a disolver.

El color de la miel define su calidad

Este es otro de los grandes mitos sobre la miel. El color de la miel viene determinado por la variedad floral de la miel, las características de la zona de recolección o incluso de la propia naturaleza y alimento de las abejas.

La miel engorda más que el azúcar

Es otro error común pensar que la miel engorda más que el azúcar. De hecho, la miel proporciona menos calorías que el azúcar. Al mismo tiempo, endulza más que el azúcar comercial, por lo que es necesaria menos cantidad para lograr el mismo efecto.

La miel siempre tiene que ser líquida

Si bien es cierto que solemos encontrar la miel en estado líquido, más o menos viscoso, también se presenta en forma sólida o incluso como una crema.